para ti, este minúsculo homenaje a tu mirada de animal herido
con voz de fiera embravecida.
Nunca he escrito poemas de amor, me parecen absurdos, me avergüenzan... pero nunca debe decirse que no se necesita un trago de esa corriente... A veces, las menos, sucede... Y casi siempre, alguien ya lo ha dicho mejor y más simple y más enfebrecido y menos tangible.
Todas las cartas de amor son rídiculas.
No serían cartas de amor si no fuesen rídiculas.
También escribía en mi tiempo cartas de amor,
como las demás, rídiculas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser rídiculas.
Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son rídiculas.
La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
son rídiculos.
(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente rídiculos.)
Fernando Pessoa