martes, 28 de diciembre de 2010

Navidad

Acá don Minouche, tan aburrido como yo en estas fechas.



Sí, llegando tarde a esta Navidad, qué más da.

Sí, me choca la Navidad (aunque ahora ya se ha vuelto tópico ser grinch). ¿Por qué me disgusta? Porque no soy católica en primer lugar (y no entiendo por qué en las escuelas se hacen posadas y se hace tanto festejo, si se supone que la educación en este país es laica); porque no creo que todas las emociones que "los embargan" en esta época deban ejercitarse sólo en esta época (tópico); por qué eso de los "buenos deseos" yo sólo los tengo para aquellos a quienes quiero de verdad, el resto del mundo puede irse al fondo de un volcán en erupción (si alguien se sintió ofendido con esto, haga favor de no hacerme llegar sus quejas); porque el mundo ya no tiene remedio no importa cuántas veces se festeje el nacimiento del "niño dios" (digo, Niño Dios); porque nunca tengo dinero suficiente para hacer los regalos que querría (de hecho nunca puedo dar regalos, sí, a veces quisiera poder hacerlo); porque se ha vuelto una cosa de marketing (tópico); porque estoy harta de ver hasta la saciedad Mi pobre angelito 1, 2, 3, 4... 83(maldito Maculay Kulkin); también estoy harta de ver El Inocente, con Pedro Infante y Silvia Pinal (aunque prefiero ésta a la anterior) (tópico); porque ya me sé de memoria la historia de Scruge y sus tres espíritus de la Navidad (con todas sus variaciones, la de Bob Esponja, la de Jim Carrey, la de el Gordo y el Flaco, la de Cantinflas, la de Ruby Gloom y las que se acumulen) (tópico); porque en esta ciudad siempre hace un frío del cocol; porque Jojojo, es la risa más fingida que he escuchado en la vida; porque me chocan los ornamentos navideños que son tan de mal gusto, asincrónicos, sin cadencia, carajos, ni siquiera combinan los colores; porque tanto se quejan del calentamiento global y ¿ya se dieron cuenta de la cantidad de luz que gastan con sus mamaditas de lucecitas?; porque tengo 33 años de mi vida festejando la Navidad de la misma forma en la que me obligan a festejar la Navidad (es decir, pódría no festejarla, pero el sermón que me aventaría es tan de flojera, que prefiero evitarme la monserga y festejar); porque etc etc etc, ya todo lo que diga en esta lista, todo, todo, ya es tópico decirlo, claro, a menos que sea usted chino y festeje de forma budista zen la navidad, o yo qué sé.

Para que no digan que soy una amargosa, diré que sí hay algo que me encanta de la Navidad: la torta de bacalao a la vizcaína recalentado para el almuerzo, la torta de bacalao para la comida, la torta de bacalao para la cena, y al otro día vuelta a empezar. ¿Podemos comer bacalao todo el año que sigue? Ok, ya entendí.

Ahí les va pues, pa sus navidades futuras.


Navidad

Y el Dios de la caja parlante creó al hombre y dijo: COMPRA.
Y el hombre, escuálido siervo de la divinidad, obedeció los designios de las luces neón.
Y el mercado abrió sus doradas puertas para abrazar a sus hijos.
Y sus hijos, obedientes corderos, abarrotaron las estanterías para adquirir preciosos objetos inasibles.
Y las perfectas y sagradas adquisiciones consumieron el sudor de un año entero de trabajo.
Y los tiernos corderos viéronse convertidos en camellos majestuosos, eficientes para la carga.
Y sus cargamentos eran maravillosas tarjetas de crédito, pagarés, abonos y embargos innumerables.
Y la sombra carcomía los huesos y la sangre de los camellos.
Y los camellos ofrendaban sus pequeñas voces y sus flácidos pellejos durante la primavera, el verano, y el otoño, al señor Todopoderoso.
Y las estaciones soleadas y airosas dejaban pasar sus días con impaciencia por el invierno.
Y los camellos, inconsciente y penosamente, esperaban el próximo nacimiento del Hijo de Dios.
Y Dios les enviaba a su hijo, para que los camellos se creyeran reyes.
Y los Reyes se creían Magos hasta la próxima cuesta de enero.